Comienzos de libro (1)

Iniciamos a partir de hoy un nuevo reto:

Se trata de identificar a qué obras pertenecen los comienzos de libro que irán apareciendo regularmente. Para que la cosa sea más fácil, se tratará, cómo no, de obras emblemáticas, tanto nacionales como de autores extranjeros; de todos modos, para los que anden un poco perdidos, añadiremos alguna que otra pista...


Pues bien, para empezar suave, comenzaremos por uno de los ya clásicos en cuanto a comienzos:

La heroica ciudad dormía la siesta. El viento Sur, caliente y perezoso, empujaba las nubes blanquecinas que se rasgaban al correr hacia el Norte. En las calles no había más ruido que el rumor estridente de los remolinos de polvo, trapos, pajas y papeles que iban de arroyo en arroyo, de acera en acera, de esquina en esquina revolando y persiguiéndose, como mariposas que se buscan y huyen y que el aire envuelve en sus pliegues invisibles [...]

Y ahora, la pista...

Su autor es el señor que aparecía en los ya olvidados billetes de 200 pesetas. Os lo hemos puesto muy fácil, a ver quién da más...