"No te dejes engañar:intenta realizar los sueños. Es lo único que al final de la vida te reconcilia contigo mismo."
Carmen Martín Gaite
Recuerdo el día que la conocí. Ella hacía la presentación de una novela de Natalia Ginzburg, Nuestros ayeres, en la que había colaborado como traductora, en la sede del Círculo de Lectores de Madrid.
Carmen Martín Gaite era para mí un auténtico ídolo vivo de la literatura, y de la vida! Un ejemplo de valentía, superación personal y lucidez mental en una época en que no era fácil para la mujer conciliar su vida familiar y personal con el oficio de escribir.
Tuvo momentos durísimos en su vida, la muerte de su primer hijo cuando aun era un bebé, la pérdida posterior de su única hija en plena juventud, su divorcio del también escritor, Rafael Sánchez Ferlosio, ... pero sin embargo contagiaba a todos con su alegría y entusiasmo segun los amigos que la conocieron bien.
Aquel día mantuve con ella una rápida pero sustanciosa conversación sobre su obra. Mientras hablábamos me miraba sonriente, escuchando con atención, tomandose su tiempo, como queriendo estar bien atenta para no perderse nada. La recuerdo muy bien, con su boina ladeada, sonriendo perspicazmente como sorprendida ante mi timidez. Sus amigos dicen que, aunque valoraba por encima de todo su espacio y su independencia, era de conversación fácil y nunca decía que no a una charla entre amigos.
Era una de las presencias más queridas cada año en la Feria del Libro de Madrid. Por éso me alegra leer que ayer tuvo lugar en dicha feria la presentación, a cargo de su hermana Ana María, del primer tomo de sus Obras Completas, editadas por Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores.
La colección constará de siete volúmenes. El primer volumen, el único publicado hasta el momento, Novelas I (1955-1978), comprende desde su primer gran éxito, Entre visillos (1958) hasta El cuarto de atrás (1978), pasando por Ritmo lento (1963), Retahílas (1974) y Fragmentos de interior (1976). El libro incluye un texto inédito, La charca, fechado en enero de 1955, que fue el primer borrador de Entre visillos y "un testimonio de primera mano de la vacilante etapa de aprendizaje que supuso su paso del cuento a la entrada en la novela", comentaba José Teruel, editor de la colección completa.
En los siguientes volúmenes podremos seguir disfrutando de sus novelas posteriores, así como del resto de su extensa producción narrativa, incluyendo algunos textos inéditos hasta ahora: cuentos infantiles, poesía, teatro y, según adelantaba su promotor: "la agradable sorpresa de tres volúmenes dedicados al ensayo, que ilustran el interrogante afán de pesquisa que caracteriza toda su obra".
El objetivo que anima esta iniciativa es, en palabras del editor, "recuperar eslabones perdidos de su producción literaria", así como "propiciar el descubrimiento de conexiones significativas de una escritora que cultivó múltiples géneros".
Su hermana Ana María, recordaba con emoción: "La Feria era lo más importante que podía tener durante el año, incluso compraba vestidos y pins para su gorra"... lo vivía como "una gran fiesta, como una religión".
Fruto de su presencia fiel y risueña en la feria, nos queda, además de su recuerdo personal y de su excelente obra, el homenaje de los libreros: un pabellón con su nombre en el Paseo de Coches de los Jardines del Buen Retiro, donde cada año se celebran gran parte de los eventos culturales.
Carmen Martín Gaite era para mí un auténtico ídolo vivo de la literatura, y de la vida! Un ejemplo de valentía, superación personal y lucidez mental en una época en que no era fácil para la mujer conciliar su vida familiar y personal con el oficio de escribir.
Tuvo momentos durísimos en su vida, la muerte de su primer hijo cuando aun era un bebé, la pérdida posterior de su única hija en plena juventud, su divorcio del también escritor, Rafael Sánchez Ferlosio, ... pero sin embargo contagiaba a todos con su alegría y entusiasmo segun los amigos que la conocieron bien.
Aquel día mantuve con ella una rápida pero sustanciosa conversación sobre su obra. Mientras hablábamos me miraba sonriente, escuchando con atención, tomandose su tiempo, como queriendo estar bien atenta para no perderse nada. La recuerdo muy bien, con su boina ladeada, sonriendo perspicazmente como sorprendida ante mi timidez. Sus amigos dicen que, aunque valoraba por encima de todo su espacio y su independencia, era de conversación fácil y nunca decía que no a una charla entre amigos.
Era una de las presencias más queridas cada año en la Feria del Libro de Madrid. Por éso me alegra leer que ayer tuvo lugar en dicha feria la presentación, a cargo de su hermana Ana María, del primer tomo de sus Obras Completas, editadas por Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores.
La colección constará de siete volúmenes. El primer volumen, el único publicado hasta el momento, Novelas I (1955-1978), comprende desde su primer gran éxito, Entre visillos (1958) hasta El cuarto de atrás (1978), pasando por Ritmo lento (1963), Retahílas (1974) y Fragmentos de interior (1976). El libro incluye un texto inédito, La charca, fechado en enero de 1955, que fue el primer borrador de Entre visillos y "un testimonio de primera mano de la vacilante etapa de aprendizaje que supuso su paso del cuento a la entrada en la novela", comentaba José Teruel, editor de la colección completa.
En los siguientes volúmenes podremos seguir disfrutando de sus novelas posteriores, así como del resto de su extensa producción narrativa, incluyendo algunos textos inéditos hasta ahora: cuentos infantiles, poesía, teatro y, según adelantaba su promotor: "la agradable sorpresa de tres volúmenes dedicados al ensayo, que ilustran el interrogante afán de pesquisa que caracteriza toda su obra".
El objetivo que anima esta iniciativa es, en palabras del editor, "recuperar eslabones perdidos de su producción literaria", así como "propiciar el descubrimiento de conexiones significativas de una escritora que cultivó múltiples géneros".
Su hermana Ana María, recordaba con emoción: "La Feria era lo más importante que podía tener durante el año, incluso compraba vestidos y pins para su gorra"... lo vivía como "una gran fiesta, como una religión".
Fruto de su presencia fiel y risueña en la feria, nos queda, además de su recuerdo personal y de su excelente obra, el homenaje de los libreros: un pabellón con su nombre en el Paseo de Coches de los Jardines del Buen Retiro, donde cada año se celebran gran parte de los eventos culturales.
Fuente: El País.
1 comentario:
Comparto la admiración que expresan estas líneas. Carmiña sigue presentándonos sus textos generosamente.
Invito a participar en el blog WWW.hacialamagia.blogspot.com
David.
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