Parece ser que nos tenemos que ir acostumbrando a las noticias en las que, autores que vivieron próximos, -geográficamente hablando-, a las zonas de influencia nazi o sometidos a los vaivenes de los regímenes comunistas centroeuropeos, son puestos en entredicho por supuestos delitos morales.
Hace unos días nos sorprendía la siguiente noticia, aparecida en la revista checa Respekt: El Instituto Checo de Regímenes Totalitarios había hecho público un documento de la policía comunista checoslovaca, fechado en 1950, que revelaba la colaboración de Milán Kundera con el régimen; y cómo el autor había denunciado en su juventud, ante la policía comunista, a un espía que trabajaba para los servicios de inteligencia occidentales, Miroslav Dvoracek.
Dvoracek fue detenido y condenado a 22 años de prisión, logró la libertad condicional tras 14 años de trabajos forzados en una mina de uranio, escapó de Praga en 1968 y se instaló en Suecia, donde vive actualmente. Dvoracek, sin embargo, no puede afirmar la veracidad de lo sucedido, puesto que en junio de 2008 sufrió un infarto cerebral.
Aunque Kundera se ha defendido categóricamente de las acusaciónes, los rumores continúan.
" Estoy extremadamente sorprendido por las informaciones difundidas por la revista checa 'Respekt' y divulgadas por la prensa internacional. Rechazo de la manera más firme esas acusaciones que son puras mentiras", -declaraba nuevamente el autor hace apenas unos días-.
Pues bien, éste lunes once importantes escritores del panorama literario actual, entre los que se encuentran cuatro Premios Nobel de Literatura, han suscrito en París un manifiesto en el que denuncian la "campaña de difamación" contra Milan Kundera.
Y añaden: "La prensa, con demasiada frecuencia, difunde ese rumor difamatario con una ligereza preocupante, sin molestarse en reflejar los datos que contradicen tal rumor... Se trata, ni más ni menos, de diluir el honor de uno de los más grandes novelistas vivos, sobre la base de argumentos cuando menos sospechosos", y afirman su "solidaridad con Milan Kundera". Fuente: El Mundo.
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