Basada en hechos reales

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Como en otras áreas de la vida, en el mundo editorial a veces tienen lugar curiosas coincidencias. Estos días hemos podido ver entre las novedades expuestas en las librerías, dos libros Leer es un riesgo, de Alfonso Berardinelli y Basada en hechos reales, de Delphine de Vigan que, aun partiendo de géneros diferentes, comparten un mismo leivmotiv: advertir al posible lector de los peligros implícitos de la literatura.

Si en Leer es un riesgo el autor italiano nos anima a asumir el riesgo que conlleva la práctica de la lectura aquella que induce a un cuestionamiento de nuestro entorno, más allá del texto, en Basada en hechos reales Delphine de Vigan se adentra en los complejos pasadizos de la creación literaria y nos presenta una sugerente historia acerca de los riesgos que conlleva la literatura desde el punto de vista del escritor.

El nombre de la autora francesa Delphine de Vigan (1966) empezó a sonar en los medios literarios de nuestro país a raíz del éxito, de crítica y de ventas, que obtuvo con la publicación de su anterior libro, Nada se opone a la noche, en el que la indagación en su pasado familiar con el suicidio de su madre al fondo la llevaba a reflexionar acerca del papel de la escritura como medio para apresar la realidad y preservar la memoria personal.

En Basada en hechos reales, su autora va un paso más allá a la hora de experimentar con las relaciones entre literatura y vida y construye una novela en la que los límites entre la realidad y la ficción se desdibujan hasta llegar a retroalimentarse mutuamente.

El personaje central que comparte nombre con la autora Delphine—, es una escritora que se encuentra en un momento de inseguridad y de bloqueo creativo, superada por las expectativas suscitadas con el éxito de su anterior novela y el sentimiento de culpabilidad que le provoca el hecho de haber relatado públicamente en su libro el suicidio de su madre. Delphine es madre de dos hijos adolescentes y al igual, nuevamente, que la autora mantiene una relación con un famoso periodista literario, Francoise.

La protagonista revive sus recuerdos a partir del momento en que conoce a L., una atractiva mujer que trabaja como negra literaria escribiendo biografías de famosos, y con quien entablará una profunda amistad que se irá haciendo cada vez más asfixiante, llegando finalmente a enajenar su voluntad y destruir su creatividad. Paralelamente, Delphine es acosada por alguien anónimo que dice ser de su familia y que le envía cartas amenazadoras acusándola de haber manchado la memoria familiar con la publicación de su anterior novela.

Basada en hechos reales es un experimento literario en el que Delphine de Vigan sumerge al lector en un inquietante relato que tiene lugar en un espacio indefinido entre la biografía y la autoficción. Una atmósfera de extrañas coincidencias en la que es difícil distinguir qué hay de verdad y qué de invención tras la historia que se nos cuenta.

La ambigua relación que se va creando entre Delphine y la intrigante mujer, que va introduciéndose  sutilmente en su vida e imponiendo poco a poco su poder sobre ella, mantiene en tensión al lector, a la espera de un desenlace final.

¿Quién es L. realmente? ¿Por qué aparece en la vida de Delphine esta persuasiva interlocutora, capaz de arrastrarla, si es necesario, hasta el aniquilamiento y la locura? L. estará dispuesta a todo con tal de que Delphine sea capaz de enfrentar sus demonios particulares y de retomar las huellas de su escritura más personal y comprometida.

La elaboración que encierra la trama es un reflejo de la complejidad de la psique humana, pero también de la dificultad que conlleva intentar definir qué es la literatura. La novela supone una reflexión sobre los mecanismos de la ficción: hasta qué punto lo narrado se nutre de lo vivido y lo que recordamos como experiencia vivida se reinventa y reconstruye en ese espacio indefinido de nuestra imaginación.

Por otro lado, la obra nos habla también del poder de la literatura y de los riesgos que estamos dispuestos a asumir como lectores. ¿Por qué nos atraen tanto las historias basadas en hechos verídicos? ¿Estamos perdiendo el interés por los relatos de ficción? Quizás, como dice L., necesitamos que la literatura y la vida cada vez se aproximen más, que nuestras lecturas nos sirvan para crecer a través de la experiencia de las vidas ajenas, para hurgar en la realidad de nuestra cotidianidad y comprender mejor el mundo en que vivimos.

Basada en hechos reales es un original y atractivo relato que te arrastra con su prosa fluida pero que exige, no obstante, una lectura atenta para no perderse en su laberinto de desconcertantes duplicidades.

2 comentarios:

Letraherido dijo...

Seguramente debe ser una buena novela, a ver si algún día tengo ocasión de leerla.
Un abrazo

Anouka dijo...

Hola,

La novela permite varios niveles de lectura ya que a la vez que contiene una entretenida e inquietante trama en clave de intriga, como menciono en la reseña, permite también ir más allá de la mera ficción para explorar cuestiones más metaliterarias.

Si te animas a leerla, estaré encantada de conocer tu experiencia.

¡Saludos!